Sexo… ¿Con cinco minutos basta?

Cuando este psicólogo que hoy os escribe recorría centros de enseñanza, centros de la tercera edad o asociaciones de la Comunidad de Madrid, no dejaba de sorprenderse de que en pleno siglo XXI, el de la información, el del conocimiento a golpe de ratón y página web, la sexualidad fuera tan desconocida como el origen de los agujeros negros. 

Y es que a la hora de embarcarnos en la aventura de la sexualidad seguimos haciéndolo a golpe de mitos y de miedos. Hoy quiero hablaros de ello. 

¿Cuándo aceptaremos que la sexualidad va más allá de escalas y medidas, de posturas acrobáticas y de quedar bien con nuestras parejas? La sexualidad es una fiesta. La sexualidad es el descubrimiento de uno mismo y del otro. La sexualidad es una experiencia íntima o compartida en la que el único límite es el respeto a sí mismo y a aquella persona a la que nos entregamos. 

¿Cuáles son las preguntas más frecuentes? Sospecho que no os van a sorprender… 

1. ¿El tamaño importa? Sí. Eso. Muchos ahora estarán pensando en sus propias medidas. Si leen esto en grupo se mirarán con sonrisas nerviosas o con palabras grandilocuentes. Pero la sombra de la duda, el temor a no ser lo que ellas o ellos esperan… La verdad es que la medida de los genitales al igual que la del resto de los miembros del cuerpo es diferente de una persona a otra. Y de la misma manera a cada persona le atraerán cosas diferentes. Lo que sí importa es saber qué hacer con nuestros cuerpos, librarnos de la ansiedad que genera el temor al ridículo y disfrutar del placer que podemos dar y obtener. Por cierto.  ¿Sabíais que en cada zona de nuestro planeta la creencia sobre quién tiene el pene más grande es diferente? En fin, rumores… 

2. ¿Siempre hay que estar dispuesto? Os responderé con otra pregunta: ¿tenéis siempre hambre? Y, cuando tenéis hambre, ¿os apetece comer siempre lo mismo? Seguro que os parecen preguntas ridículas por lo obvio de las respuestas. Pues con el sexo es exactamente igual. No hay que estar siempre listo pues ni hombre ni mujeres somos autómatas que reaccionan de manera inmediata a un estímulo sexual. Nuestra reacción sexual está en función de muchos factores: si hemos descansado, si nos atrae nuestra pareja, el estrés… Pero por encima de todo ello que nos apetezca o no. No podemos obligar con nuestro deseo a que otro sienta deseo. Recordad: respeto. 

3. ¿El sexo pleno y vigoroso es cosa de jóvenes? Hay quienes confunden la intensidad con el vigor y la fuerza. Olvidan la importancia de la ternura, del saber esperar al otro, del conocer sus deseos más íntimos. Y es porque en muchas ocasiones el maestro en educación sexual se llama internet y se apellida pornografía. Hay miles de páginas webs a nuestro alcance. En ellas cuerpos perfectos (a golpe de bisturí, silicona y otras formas de tunear el cuerpo tanto en ellos como ellas) simulan encuentros sexuales y desmedidos placeres en simulacros de violaciones en las que se realizan posturas de lo más acrobáticas que, bueno, pueden ser curiosas de ver, pero a la hora de intentar practicarlas pueden ser incómodas, dolorosas y distraen del acto en sí. Por lo que el placer, amigos míos… el placer puede desaparecer del sexo. 

4. ¿Cuánto tiempo debe durar un encuentro sexual? Deliberadamente utilizo la palabra “encuentro” pues es lo suficientemente amplia como para que quepa absolutamente todo lo que imaginéis. Veréis, el tiempo es algo que debe desaparecer. Hay hombres que cronometran lo que duran durante el coito. Mujeres que cuentan los minutos hasta alcanzar el orgasmo (o los orgasmos)… si es que llegan a sentirlo. Si el tiempo es algo que os preocupa es que no habéis disfrutado de una relación sexual madura. Puede ocurrir que una pareja se entregue de forma rápida y apasionada (de esas que suceden en sitios inesperados que dejo a vuestra imaginación). Otros que se entreguen a juegos sin fin y de lo más imaginativo durante horas. Hace poco puede oír un comentario curioso al respecto: con cinco minutos basta, ¿no? Me quedé pensativo pues es difícil apartar de la mente de la gente que sexo no es sólo coito. Sexo es juego. Sexo es fantasía. Sexo es diversión. ¿se puede calcular cuánto dura eso? Sexo es un abrazo tras la apasionada batalla (perdonadme la licencia). Sexo es no pensar, sólo sentir. 

Como podéis leer he tratado sólo cuatro puntos. Pero, ¿cuántas preguntas más os formuláis? ¿Cuántas dudas? ¿Cuántas angustias? 

Si queréis no dudéis en escribirnos y las incluiremos (anónimamente, por supuesto) en posteriores entregas de este blog. 

Ya sabéis cómo contactar con nosotros. 

¡Hasta la próxima amigos! 

César Benegas Bautista | Psicólogo Nº de Col.: M-22317

Centro Psicológico Loreto Charques